Si te vas a la chingada corazón... No tengas prisa, deja me levanto y te acompaño que a mi edad eso de levantarse lleva su tiempo porque las rodillas, la espalda y las ganas ya me fallan, me pesan un poco más las nalgas y los pechos y no tengo las mismas ansias...
Si te vas a la chingada vayámonos juntos que al fin y al cabo ahí están todos los que como nosotros tienen el pinche vicio de andarse enamorando a lo bestia, a lo suicida a lo volátil, así en el camino tumbamos los pedestales donde subimos tanta gente que no valía ni la pena, ni la lástima, ni la molestia...
...Vayámonos despacito para irnos regocijando en el ardor de no ser queridos, así como uno se merece cuando se entrega sin reservas, paso a pasito mirando en el camino otros pares de brutos que se enamoran, cuando de amor no se muere; se agoniza, se sufre y se enferma...
... A la chingada, al mismo pinche lugar donde nos conocen de sobra porque nos sabemos el camino, !Lo hemos caminado y mandado a andar!, ahí nos esperan los poetas, los juglares, los suicidas, las sumisas, la bravas, los valientes... Te lo digo yo, que en la chingada están toditos los que nos hacen falta y si no tarde o temprano han de llegar, hasta quien nos partió el corazón de un solo madrazo...
... Por eso me voy contigo corazón, para ir adelantando, pa´ que nadie me mande agarro el camino de forma independiente, con las ganas de siempre, con el sarcasmo de todos los días, que yo ya sé como llegar, bien que conozco... Porque aunque lo duden todos hemos ido, aunque sea una vez.
Malú Capetillo Cabrera.
